Vida, idas y venidas...

viernes, 24 de diciembre de 2010

Tributo a Málaga

Hoy vengo para hablaros sobre esta ciudad,
Málaga, mi territorio, mi ''hogar dulce hogar''
un sol calido, arena, playa ,
para bañarte y disfrutar,
noches de moragas frente al mar,
miles de rincones para visitar,
nunca acabarás de conocer completamente
esta Andaluza provincia, llena de gente simpática,
La belleza de la Alcazaba, sorprende que despues de
tanto tiempo no haya sido derrumbada.
¿Que esperabas? un malagueño cuida bien lo propio,
son tantos tributos es obvio, que esto que estoy escribiendo
sale desde el corazón, un par de saludos a la gente del Rincón,
durante mucho tiempo denominado Benagalbón,
con sus cuevas y torres, dedicación especial a la peña en Torrole,
y su parque de la Batería, novedoso e impresionante joya de la arquitectura.
Benalmadena, el Arroyo de la Miel, quedan todavía reductos musulmanes,
de gran interés turístico, encierran secretos místicos y su puerto rebosa de alegría.
Llego a Fuengirola, calor, olas, el Castillo un gran lugar de reflexión,
cerca del fluvi y su viejo puente, un lugar para despejar la mente,
Puedo hablar de mujeres bellas, lujo, fiestas y vicios,
entonces me viene a la mente esa localidad llamada Marbella,
Mijas, su sierra, algunos pensareis que solo es un monton de tierra
y rocas, se equivocan para mi, es algo de naturaleza en esplendor.
¿Que pasa?, hoy por hoy, Malaga es mi casa, si algun dia me voy,
seguirá teniendo aquí mi hogar, Málaga es preciosa,
merece la pena visitarla, por eso hoy escribo esto,
este texto, es mi forma de elogiarla.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Requiem a la inocencia

Se perdió sin mas junto a la infancia, lo que simbolizaba antes una simple chuchería tras merendar, ya no significa nada, todos esos juguetes que parecían rebosar vida y que antes no dejaban paso en mi desorganizada habitación, ahora están en una caja, inertes.
Esos besos y abrazos que soliamos pedirles a nuestros padres, el creer en Santa Claus esperando todas las noche buenas para verle hasta caer agotado y ver a la mañana siguiente esos regalos, el papá plantó una semillita, los libros e historias que cuenta un padre a su hijo antes de dormir, jugar a futbol queriendo imitar a mis antiguos iconos, la satisfacción de aprender a leer y escribir y el mero hecho de conformarse con poco...
El dinero no da la felicidad, la inocencia, sí.