Llegamos a Saigón a las 7 de la mañana. El gobierno de los Estados Unidos nos envió aquí, para ayudar a Vietnam del Sur. Este fue el comienzo de un dia horrible. Solo puedo recordar que estábamos comiendo cuando una bomba explotó. Perdí el conocimiento durante cinco minutos, pero afortunadamente, no sufrí ninguna lesión. Pero había sangre, sangre por todas partes, Charlie había masacrado ese restaurante, seguramente con un ''Hombre Bomba'', muchos de mis compañeros que luchaban por escapar del lugar casi derruído y en llamas, fueron acribillados por el Vietcong. Aquella experiencia fue horrible. Milagrosamente, conseguí salir del restaurante. Una vez fuera ví un pelotón de Marines, a los que siempre llevaré en mi corazón. De no ser por ellos, sería hombre muerto, ya que me llevaron a un helicóptero que me llevo a la base. Creo que fue una huida afortunada.
